Okin habla sobre la triple certificación en las ISO 14001, 45001 y 50001 en El Diario Vasco

La triple certificación ISO avala la apuesta de Okin por la calidad en la gestión ambiental, la gestión energética y la seguridad y salud en el trabajo.

Pionera en su sector. Así es Okin. La empresa guipuzcoana de alimentación es la primera en conseguir la triple certificación en las ISO 14001 de gestión ambiental, ISO 45001 de seguridad y salud en el trabajo e ISO 50001 de gestión energética. Agustín del Canto, director general de Okin, señala que «estamos orgullosos de todo lo que hemos trabajado y queremos comunicárselo al mundo. Esta triple certificación es nuestro mensaje». Es un nuevo hito en la historia de una empresa de origen familiar situada en Zumaia, fundada en 1994, y que ha ido creciendo a lo largo de los años. Ahora, casi tres décadas después y formando parte del grupo Gourmet Okin -división de alimentación del grupo Indaux-, es todo un referente del sector al contar con dos plantas de producción con las que suma más 12.000 metros2 repartidos en seis líneas, cinco en Zumaia y una en Salvatierra y aproximadamente 220 trabajadores.

Líder de pan congelado rústico en el territorio, tiene una capacidad productiva de 90.000 toneladas al año y el 80 % de los pedidos se sirven en flujo tenso a lo largo de toda España. Su presencia a nivel estatal es tan significativa que es top-5 en el ranking de fabricantes de pan en España por volumen. Mejorar cada día es uno de los objetivos de la empresa guipuzcoana y de ahí su apuesta por lograr las certificaciones ISO que avalan la excelencia desde varias perspectivas, lo que supone «una muestra más del compromiso de Okin con la satisfacción de sus clientes, con sus personas y con el desarrollo sostenible, adecuándose así a las necesidades y expectativas de los grupos de interés de la cadena da valor y su entorno».

Porque, tal y como explica Agustín del Canto, «por nuestro propio modelo de negocio, en Okin siempre hemos tenido la eficiencia en el ADN. Hasta hace unos años entendíamos esa eficiencia como la eliminación de todos aquellos costes que no aportan valor al cliente. Este modelo es correcto, y nos ha traído hasta donde estamos… un cliente satisfecho que paga un precio adecuado por el valor recibido es una receta ganadora para crear un negocio sostenible. Sin embargo, ya hace unos años que las empresas queremos transcender a nuestros propios muros, y hemos tomado conciencia de nuestro entorno, del impacto positivo o negativo que tenemos en él, y de nuestra misión y propósito para con el planeta, que va más allá del corto plazo. Es por ello que hemos rediseñado el concepto de sostenibilidad ‘Okiniano’, y lo hemos definido como la eliminación de todo aquello que no aporta valor, o incluso que tiene un impacto negativo, en nuestros clientes, proveedores, trabajadores y entorno».

Tres certificaciones complementarias Okin ha dado un paso de gigante en su defensa de la excelencia con tres certificaciones complementarias. La ISO 14001 de gestión ambiental refuerza el éxito que supone que desde 2019 el 100 % de la energía eléctrica es de origen renovable: «Demuestra el compromiso de OKIN con la optimización de los recursos y un excelente comportamiento medioambiental que se traduce en una gestión cada vez más comprometida con el desarrollo sostenible».

Por otro lado, está la norma ISO 45001que garantiza que en Okin se fomenta una buena cultura de salud y seguridad preventiva. El director general de la empresa de alimentación guipuzcoana explica que «desde 2014 la cantidad de las comunicaciones de riesgos realizadas por parte de los trabajadores se han duplicado, pasando de 66 a 134 al año. Mediante la puesta en marcha de estas acciones correctivas, se ha conseguido minimizar el 29.3 % de los accidentes de trabajo y el 86,36 % de las enfermedades profesionales».

La guinda al pastel la pone la ISO 50001 que defiende la eficiencia energética, tan de moda en estos tiempos, y que es «una de las más exigentes y requeridas a día de hoy dadas las circunstancias socioeconómicas en las que nos encontramos». Para ello, «en Okin tratamos de establecer correctamente prioridades en cuanto a la disminución del consumo de energía y eso nos ha permitido conseguir la reducción de emisiones de CO2 y otras emisiones contaminantes». Son tres pasos para confirmar que la búsqueda de la excelencia es una constante en Okin. Cerca de cumplir 30 años de vida, la exigencia y el buen hacer siguen siendo señas de identidad de la empresa zumaiarra, cuyas iniciativas están estrechamente relacionadas con el cumplimiento de las metas de los ODS de la ONU .

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